La automotriz Jaguar Land Rover (JLR) se encuentra en el ojo de la tormenta tras una serie de eventos que han sacudido a la compañía. El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, no ha tardado en expresar su descontento con la dirección que está tomando la marca, calificándola de "woke" y criticando su reciente campaña publicitaria.
Trump vs. Jaguar: Una Batalla Ideológica
Trump utilizó su plataforma Truth Social para arremeter contra JLR, afirmando que la empresa se encuentra en "absoluta confusión" tras la renuncia de su anterior jefe "en desgracia". El magnate no se detuvo ahí, tildando la última campaña de marketing de la compañía de "estúpida" y "woke", un término utilizado en la jerga estadounidense para referirse a la conciencia sobre temas de justicia social y política.
Nuevo CEO y Reestructuración en el Horizonte
Estas críticas llegan en un momento crucial para Jaguar, ya que la empresa ha anunciado el nombramiento de PB Balaji, actual director financiero de Tata Motors (empresa matriz de JLR), como su nuevo CEO a partir de noviembre. Balaji se convertirá en el primer CEO indio de la compañía.
La polémica también rodea la figura de Adrian Mardell, el CEO saliente, quien lideró la controvertida decisión de abandonar el icónico logo del felino de Jaguar y centrarse en la producción de vehículos eléctricos. Esta estrategia ha generado opiniones divididas entre los seguidores de la marca.
¿Un Nuevo 'Bud Light'? La Polémica Campaña 'Copy Nothing'
La campaña publicitaria "Copy Nothing" de Jaguar, con modelos andróginos y mensajes que promueven la individualidad y la ruptura de moldes, ha sido comparada con la reciente controversia de Bud Light, acusada de adoptar una postura "woke" que alienó a parte de su base de consumidores. La campaña de Jaguar, que no muestra ningún coche en sus 30 segundos de duración, ha generado un aluvión de críticas en redes sociales, con usuarios que la tildan de "Bud Light 2.0".
El futuro de Jaguar parece incierto, con un nuevo CEO, una estrategia de electrificación arriesgada y una imagen de marca en entredicho. Será crucial observar cómo PB Balaji gestiona esta situación y si logra revertir la percepción negativa que ha generado la reciente controversia.