Ben Shelton: Una Fuerza Imparable en Wimbledon
El tenista estadounidense Ben Shelton está causando sensación en Wimbledon. Con un juego potente y un carisma arrollador, Shelton ha igualado su mejor actuación en el torneo, llegando a la cuarta ronda tras vencer al húngaro Marton Fucsovics con un contundente 6-3, 7-6 (4), 6-2.
Desde el inicio del partido, Shelton demostró su poderío con un servicio demoledor. En el primer juego, alcanzó velocidades de 145, 146 y hasta 147 mph, dejando claro que no iba a ser un rival fácil para Fucsovics. Su derecha, como un martillo, le permitió conseguir el primer quiebre y tomar la delantera en el partido.
Aunque el segundo set fue más disputado, Shelton mantuvo la calma y se impuso en el tie-break por 7-4. Un quiebre temprano en el tercer set le allanó el camino hacia la victoria, demostrando su superioridad física y mental.
Camino a la Grandeza
Este es el tercer Grand Slam del año en el que Shelton alcanza la cuarta ronda. Anteriormente, superó al australiano Rinky Hijikata en la segunda ronda con un marcador de 6-2, 7-5 y 6-4. Shelton se enfrentará al italiano Lorenzo Sonego en la siguiente ronda, y de ganar, podría tener una revancha contra Jannik Sinner, quien lo eliminó el año pasado.
Un momento curioso del partido fue cuando Shelton alcanzó una velocidad de servicio de 148 mph, lo que habría igualado el récord de Wimbledon. Sin embargo, el francés Giovanni Mpetshi Perricard lo superó con un servicio de 153 mph.
"Me divertí mucho", declaró Shelton. "Siempre es especial jugar en Wimbledon. Esta es la tercera vez que juego en la Cancha No. 1. Espero tener más partidos en una de estas dos grandes canchas. Estoy tratando de llegar a la Cancha Central. Tal vez llegue allí algún día".
- Servicio potente: Alcanzó velocidades de hasta 148 mph.
- Juego agresivo: Dominó el partido con su derecha y su saque.
- Mentalidad ganadora: Se mantuvo concentrado y superó los momentos difíciles.
Si Shelton continúa jugando así, su camino hacia la Cancha Central y hacia los títulos de Grand Slam parece inevitable. ¿Será él el próximo gran nombre del tenis mundial?