La WNBA está viviendo un momento de auge gracias a una nueva generación de jugadoras estelares como Angel Reese, Cameron Brink y Paige Bueckers. Sin embargo, este crecimiento se ve empañado por un preocupante aumento en las lesiones. La última víctima es la superestrella Caitlin Clark, quien anunció su baja por el resto de la temporada debido a una lesión en la ingle.
Esta situación ha puesto en evidencia las deficiencias estructurales de la WNBA. Según Jordan Robinson, periodista deportiva y presentadora de The Women’s Hoops Show podcast, las principales causas del aumento de lesiones son las plantillas cortas, la programación de partidos consecutivos y los bajos salarios, que obligan a las atletas a jugar durante todo el año en lugar de priorizar el descanso y la recuperación.
“Las lesiones ocurren por diferentes razones”, explica Robinson. “Pero que Caitlin Clark solo haya jugado 13 partidos esta temporada debido a una lesión es una desafortunada realidad de lo que podría pasar si este ritmo salvaje de la temporada de la WNBA continúa.”
La popularidad de la liga ha traído consigo muchos beneficios, como la celebración de partidos en estadios más grandes y la expansión a nuevas ciudades. Pero este aumento en la audiencia depende en gran medida de que estrellas como Clark ofrezcan un espectáculo, algo que no pueden hacer desde la banca. La ausencia de Clark en partidos anteriores ya ha provocado una disminución en los ratings de televisión y el interés en las apuestas.
A pesar de la lesión de Clark y otras jugadoras, la WNBA ha superado la marca de 3 millones de espectadores en la temporada regular, tres semanas después de romper su récord anterior de 2.36 millones establecido en 2002. Equipos como Indiana Fever y Golden State Valkyries han sido los principales impulsores de este crecimiento.
La Indiana Fever lideró la liga en asistencia total, atrayendo a casi 700,000 fanáticos en partidos en casa y fuera, 100,000 más que cualquier otro equipo. Esto se debió en parte a que la mitad de la liga trasladó los partidos en casa contra Indiana a estadios más grandes para dar cabida a los fanáticos atraídos por el interés en Caitlin Clark.
Es fundamental que la WNBA tome medidas para proteger la salud de sus jugadoras y garantizar la sostenibilidad de su crecimiento. Abordar las deficiencias estructurales mencionadas por Jordan Robinson es un paso crucial en la dirección correcta.
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