En la década de 1940, en la era dorada de los radioteatros, nació un personaje que se convertiría en un símbolo eterno para los hinchas de Boca Juniors: Pedrín, el fainero. Su historia, arraigada en un barrio de tradición pizzera, es un testimonio de cómo la ficción puede transformarse en un mito popular.
Un Ícono Inconfundible
La imagen de Pedrín es grabada en la memoria colectiva: pelo alborotado, bigote prominente, una porción de pizza en la mano, la camiseta azul y oro y una sonrisa perpetua. Este personaje surgió en "La gran pensión El campeonato", un radioteatro de Radio Belgrano, donde cada inquilino representaba a un club de fútbol y competía por el amor de la hija de la dueña, "Miss Campeonato".
Pedrín, el representante de Boca, era un pizzero bonachón, trabajador incansable, de contextura robusta, bigotudo y siempre optimista. Su fervor por Boca eclipsaba cualquier adversidad. Representaba al hincha común, al obrero de barrio, al inmigrante italiano que rebosaba pasión por sus colores.
El Bicampeonato que Consagró al Mito
La identificación del público con Pedrín fue inmediata, impulsada por la suerte: en 1943 y 1944, Boca interrumpió el dominio de "La Máquina" de River Plate y se alzó con el bicampeonato. En la ficción, Pedrín, interpretado por Félix Mutarelli, conquistaba a "Miss Campeonato". La alegría del personaje radial se fusionó con la euforia popular por los títulos.
Con el tiempo, Pedrín superó las limitaciones de la radio. Su voz con acento italiano se materializó en banderas, muñecos y hasta en el imaginario colectivo. Pedrín, el fainero, se convirtió en mucho más que un personaje; se transformó en un símbolo de la pasión y la identidad xeneize, un mito que sigue vivo en las tribunas y en el corazón de los hinchas.
Pedrín Vive
Hoy, su legado perdura en cada canto, en cada bandera que flamea en La Bombonera. Pedrín es la personificación del amor incondicional por Boca Juniors, un recordatorio de que la pasión por el fútbol trasciende la realidad y se convierte en leyenda.