La tercera temporada de la exitosa serie de Netflix, "Envidiosa", protagonizada por Griselda Siciliani, ha desatado una ola de controversia en el barrio porteño de Núñez. Lo que prometía ser una producción sin contratiempos se ha convertido en una pesadilla para los vecinos, quienes denuncian ruidos molestos, cortes de calles y, según afirman, hasta malos tratos por parte del equipo de filmación.
Vecinos al borde de la explosión: "No podemos ni entrar a casa"
Las quejas, inicialmente expresadas en redes sociales, tomaron mayor fuerza tras ser difundidas por el programa Mitre Live. Los residentes aseguran que no fueron notificados previamente sobre el rodaje, lo que generó inconvenientes para estacionar y acceder a sus viviendas. "Pusieron conos y cintas para que no podamos estacionar nuestros autos cuando llegamos de trabajar. No muestran ningún tipo de autorización", declaró un vecino indignado.
Ruido ensordecedor y calles bloqueadas: el infierno de Núñez
La situación se agrava con la presencia de un generador de energía que, según los vecinos, produce un ruido constante e insoportable. "La productora Netflix de la serie Envidiosa está instalada en el barrio sin preguntar. No tenemos posibilidad de acceso a nuestras casas. Son tres manzanas a la redonda, hay un generador de energía que produce un ruido importante que afecta la calidad de vida del barrio", afirmó otra vecina.
Ante la falta de soluciones, los vecinos amenazan con llevar el caso a la justicia, buscando una compensación por las molestias ocasionadas y una regulación más estricta de las filmaciones en zonas residenciales.
El actor Esteban Lamothe, quien también participa en la serie, se disculpó públicamente por las molestias causadas, pidiendo paciencia a los vecinos y prometiendo una maratón de "Envidiosa" como compensación. Sin embargo, las disculpas parecen no ser suficientes para calmar la furia de los residentes de Núñez, quienes exigen una solución inmediata a sus problemas.
La producción de "Envidiosa" enfrenta ahora un desafío inesperado: conciliar las necesidades de la filmación con el bienestar de la comunidad. ¿Lograrán llegar a un acuerdo antes de que la situación se agrave aún más?